Evitar productos no reciclables: Eludir  productos que por sus características son difíciles de reciclar y de degradarse. Podemos utilizar productos hechos con materiales biodegradables o tomar agua en vasos de cristal, botellas previamente utilizadas.
 
       Reusar: Muchos materiales que son destinados a la basura, como las botellas pueden extender su vida útil. Utilicemos nuevamente los frascos, envases, latas, etc. como macetas o bien para poner lápices o botones y rellena las botellas de agua y refrescos. A su vez, elijamos empaques de cartón o vidrio en lugar de plástico.

      Donar lo que ya no usamos: Reutilicemos la ropa inservible como trapos de cocina u otras cosas. Si no la usamos, regalémosla o entreguémosla a entidades benéficas. Además, organicemos reuniones de segunda mano para que los amigos, vecinos y conocidos lleven productos en buen estado que alguien más puede necesitar.
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     Reciclar: Se referimos a usar ciertos residuos como materia prima para producir nuevas mercancías. La finalidad es convertir una cosa vieja en otra nueva.
Una opción recomendable es separar la basura en botes para que clasificar el vidrio, el papel y el plástico sea más fácil para ser utilizados nuevamente. Además, al clasificar los materiales, es más fácil enviarlos a las fábricas, que hacen con ellos nuevos productos.